martes, 24 de abril de 2012

Yo tenía una casa en África


Yo tenía una casa en África, y la casa había que limpiarla. Y entonces descubrí que en Libia no se limpia como en España.



Lo primero que me llamó la atención es la fregona libia. El invento que tanto facilitó la vida de las amas de casa españolas, allá por los sesenta y setenta, no ha llegado aquí, y en su lugar se utiliza un paño y una de esas escobas sin cerdas con las que se suelen limpiar las ventanas. El resultado es un suelo encharcado en el que podría vivir cómodamente una familia de gansos, y un resultado final de limpieza relativa, a la que, en mi caso, contribuye mi inexperiencia con el sistema. En las calles de tiendas que tienen árboles, sueles ver los paños y las “fregonas” colgando entre sus ramas, esperando al siguiente uso.

La fregona libia, adalid de la limpieza

Luego está la lavadora. La lavadora que todos conocemos sí existe, pero es cuatro veces más cara que la lavadora manual. Mi jefa me recomendó comprar esta última, y como no me interesa mucho lavarme los calzoncillos a mano indefinidamente, le hice caso. El sistema es el siguiente:

1. introduces la ropa en el tambor, que es vertical.
2. añades cubos de agua hasta que cubres las prendas.
3. echas detergente.
4. Pones el temporizador, y la lavadora gira y gira.
5. Cuando se para, accionas el sistema de vaciado, el agua sale por un tubo que diriges al wáter, la ducha, o el desagüe del baño o la cocina (un agujero en el suelo que hay en todas las casas, y que de vez en cuando regala un delicado olor a cañería).
6. Repites los pasos 2, 4 y 5 hasta que el agua sale relativamente limpia.
7. Escurres la ropa y la tiendes.

El proceso lleva entre treinta y sesenta minutos, dependiendo de lo sucia que esté la ropa y de lo rápido que llene los cubos el teléfono de tu ducha.

La lavadora, y a la izquierda el sumidero



Puedes ver tu ropa mientras se lava, toda una ventaja

También me llama la atención la conexión existente entre el fregadero de mi cocina y el sistema de cañerías. Al poco de mudarme, noté que el tubo goteaba, así que me agaché para ver si podía ajustarlo mejor. Lo cogí, y me quedé con él en la mano; primero me asusté pensando que lo había roto, y luego vi que no, que funciona como una pajita y un vaso, o mejor aún, como una narguile, el desagüe del fregadero se mete simplemente en la pared, y el agua viaja nadie sabe cómo ni por donde, quizás haya un tubo colector, quizás unos ladrillos… yo, por si acaso, lo he apretado bien y no he indagado más allá.

Un inocente tubo pegado a la pared

La entrada a las cavernas de Mordor sin necesidad de rosca


Y en otro orden de cosas, está mi ducha. No tengo cortina, y he estado buscando, pero por lo visto las duchas pequeñas son raras aquí, y de momento no ha habido manera de encontrar lo que busco, así que me he construido una miserable mampara con la caja en la que venía el frigorífico, el plástico que envolvía mi colchón, y un poco de celo. El invento funciona bastante bien, y es la comidilla de Hamza y Abdul, que cada vez que lo ven se mondan de risa y me dicen que quieren uno igual.

Mi glorioso invento, y el recibidor de casa

Pero en fin, tengo una casa en África, mucho mejor montada que la de tanta gente, y me da igual que no venga Robert Redford a visitarme con su avión, los aviones los veo desde mi azotea. 

7 comentarios:

  1. jajajajajajaja! que faena!!!! esto es muy novedoso aquí... así que quién sabe, puede que en un futuro montes por estas zonas una empresa de fontanería. Un beso Edison. Te seguiremos leyendo.

    ResponderEliminar
  2. me encanta la cortina!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, como es artesanal, igual la vendo por los mercados medievales.

      Eliminar
  3. Ese tipo de lavadoras se usaban aquí hace un mogollón de años. Yo creo que todavía vi alguna en mi infancia en casa de una señora mayor... o sea que no te creas que estás haciendo nada que no hiciera tu bisabuela o tu abuela hace nada en nuestro "civilizado" país.
    Genial la mampara de baño, ya verás como se extienda el modelo por toda Libia!!! te vas a hacer de oro!

    ResponderEliminar
  4. Querido Lorenzo,

    no dejas de sorprenderme. Desde luego que la mampara que te has montado, me ha dejado sin palabras. Eres un genio.
    Todo lo demás: la lavadora, la "fregona" me recuerda y la entrada a Mordor me recuerdan a el país de mi papi! jajaja... So ein Kulturschock, nicht wahr?

    Un montón de besos y mucha suerte con tu dulce morada!
    Katxiri

    ResponderEliminar
  5. Vaya, yo que creia que habia descubierto un prodigio de la tecnologia... entonces mi abuela no lavaba la ropa en el rio? Maldita sea, cuanta mentira.

    ResponderEliminar