lunes, 21 de enero de 2013

Relaja paquete


Para mi tío, que con un chicle y un clip te construye un Mcgyver.

Desde hace unos años, los Pardos de mi casa y de casa de mis tíos solucionamos el stress de los regalos de reyes con un sencillo amigo invisible. La cosa es muy práctica, pero no deja de tener sus inconvenientes: un año le toqué a mi amantísima madre, la cual se olvidó de mi regalo; minutos después descubrí que el destino es a veces generoso, ya que en el sorteo para el año siguiente me tocó regalarle a ella (como diría Creti, la venganza es fría). Pero bueno, me estoy desviando.

Hace tres días Maria Valquiria me dio un alegrón en forma de recibo postal: resulta que me había llegado desde España el regalo de mi amigo invisible, y tenía que ir a Correos a recogerlo. Hoy mismo, aprovechando la mañana libre, he ido a por él, y me ha dado para escribir la entrada número cien de este blog.

sábado, 12 de enero de 2013

Con la mezquita hemos topado


En Libia tenemos nuestro propio presidente de la conferencia episcopal, ¿qué os creías? En arabenglish se le llama Grand Mufti, y el nombre del actual es Sheij Sadiq Al-Ghariani. Sheij, como sabéis, significa más o menos cura-juez.

El hombre en cuestión es un venerable anciano bien barbado y, contrariamente a lo que suelo sentir respecto a los religiosos con poder, me cae bastante bien. No es que seamos muy íntimos, pero ya he leído varias entrevistas suyas y me parece un señor bastante razonable.

No obstante, cada cierto tiempo el periódico saca alguna perla suya, y es que es imposible no decir burradas cuando asumes que hablas en nombre de Dios.

jueves, 10 de enero de 2013

Feliz Año Libio


Tras la Navidad, como suele pasar, llegó la Nochevieja y su correspondiente fiestón global… pero en Libia no. Otros países árabes sí la celebran, pero sólo por influencia occidental, ya que el año nuevo musulmán comenzó el pasado 15 de noviembre. En Libia… bueno, se hizo lo que se pudo.

Feliz Libiadad


Lo admito, soy de esos que suelen decir que la Navidad no les gusta; sin embargo, lo digo con la boca pequeña, ya que, al final, la disfruto un montón. El caso es que en esas fechas me suele acometer una extraña tristeza, por no hablar de lo negro que me pone la sobredosis de villancicos y publicidad; pero luego llegan las cenas familiares, los encuentros con amigos, las felicitaciones de gente con la que no has hablado en todo el año… para cuando llega el día de reyes, que es mi momento favorito de la navidad, vuelvo a sorprenderme con que me lo he pasado muy bien, y con que me da pena que se acabe.

¿Cómo se vive la Navidad en Libia? Alejado de la familia y los amigos, en un ambiente que no celebra, que no conoce estas fechas… da igual que te guste la navidad o no, en momentos así, la echas de menos.

viernes, 4 de enero de 2013

¿Y bien?

Mis dear acompañantes, como podéis apreciar este viernes tengo mucho tiempo libre, y he dedicado parte de él a maquear el blog. ¿Qué os parece? Si no os gusta la nueva imagen, lo devuelvo al pasado, que yo todo lo hago por vosotros.

Ea, nos leemos.




Buscando piso IX


Mis dear acompañantes, evitad hacer negocios con libios y con alemanes a la vez. Voy a narraros esquemáticamente el proceso mediante el cuál conseguí hacerme con el precioso piso de la Plaza Argelia:


Ya quisiera uno


Me consta que todos vosotros y todas vosotras sabéis lo que es aprender un idioma, al menos por la escuela o el instituto; lo que muchos quizá no habéis vivido es el proceso de hacerlo en su ambiente, en el país donde es lengua mayoritaria, y para más inri sin tener conocimientos previos. Esta magistral escena de la película Guerrero número 13 describe el proceso de aprendizaje a la perfección, aunque exagerando la eficacia del sistema:




La música disonante del idioma que no entiendes, la sorpresa de las primeras palabras inconexas que, casi sin darte cuenta, alcanzas a comprender; la maravilla de la primera frase con sentido que consigues cazar, el primer día que adivinas el tema de una conversación y, por supuesto, el momento esplendoroso en que te decides a hablar como una persona mayor. La escena es real como la vida misma.

Es verdad que no se puede aprender noruego en unos meses de viaje, pero casi; si no hablas ni una palabra de otros idiomas, si te metes a fondo en el ajo, en poco tiempo estarás chapurreando como un campeón.

En Libia no lo estoy viviendo así, por diversos motivos no me niego a hablar cualquier idioma que no sea el árabe, pero en Alemania mi primera frase era I don’t speak English, y me fue muy bien; espero que pronto pueda empezar a hacer lo mismo aquí, y ya sabéis, si os da la ventolera de mudaros a Malasia y queréis aprender, hablad malayo y sólo malayo.



jueves, 3 de enero de 2013

De casta le viene al galgo


Hay algo de Hamza que no sabéis, y es que tiene dos hermanos; uno de ellos, el mayor, vive fuera de Libia, pero el otro, el pequeño, vive en Trípoli.

Sandstorm II


Esta entrada es un apéndice de la original, con dos fotos que ilustran bastante bien cómo cambia la ciudad cuando hay una tormenta de arena (y todos me aseguran que aún no he visto una de verdad).


He aquí la vista desde mi azotea de Belher en un día normal y corriente:




Y aquí tenéis un día de viento loco y arena por doquier:




Ahora vas y lo cascas


Hace cosa de un mes llegué a la universidad y, sentado en un sofá que hay a la entrada, me encontré con Abdulhakim, un alumno. Como aún era temprano, me senté a charlar un rato con él.

Buscando piso VIII


Parece que he encontrado piso. No es seguro, no confío en la palabra de nadie desde el momento que me dicen insh’allah, pero en principio lo tenemos apalabrado. ¿Tenemos? Sí, tenemos. Parece que se incorpora un nuevo personaje a mi vida.