Los libios, e imagino que los
árabes en general, se saludan mogollón. Se saludan muchísimo. Se saludan de
manera inverosímil, tanto, que seguramente no os creáis algunas partes de esta
entrada.
En los saludos libios, lo
importante no es qué se dice, sino cómo y cuántas veces se
dice. Vamos a ver.