Da igual que tu máxima ilusión sea aprender
el árabe clásico más clásico de la historia de los árabes clásicos; si
pretendes sobrevivir en Trípoli, es de rigor que manejes algo del idioma local.
Aquí tienes algunos apuntes:
shin ich-cho: significa ¿qué tiempo hace?, pero
en realidad quiere decir ¿qué tal?
mía mía: literalmente, cien por cien, pero podríamos traducirlo
por maravilloso, espléndido, tope guay, de lujo, que te cagas, etc. La
respuesta ideal para shin ich-cho.
maleshi: perdóname. Útil en toda situación: ¿que te piso sin
querer? maleshi. ¿Que aparco en la puerta de tu garaje? maleshi.
¿Que atropello a tu hijo y, del disgusto, tu mujer sufre un infarto que la
tiene dos semanas en la UCI? Bueno, esto es demasiado incluso para el maleshi,
así que tendremos que completarlo con un buen samahne, de idéntico
significado. Si dominas el difícil arte del maleshi samahne, te
perdonarán casi cualquier cosa.
mish múshkila o ma fish múshkila: no hay
problema, o más españolizado, no pasa nada. Es una
buena respuesta para el maleshi samahne, pero en realidad vale para
todo: para aceptar una invitación, para obviar que dos bandas de rateros se
están disparando en tu portal, para quitarle importancia a una bomba en la
embajada o a los combates en el sur…
dínia hekki: la vida es así. Si dices
simplemente dínia, la peña se pensará que eres libio de pura cepa.
tibbi shei?: ¿necesitas algo? Un libio no puede
dejarte ir sin antes plantearte esa pregunta, es como el please para un
inglés, o el ya le llamaremos para el empleador español medio. Lo más
apropiado es contestar que no, pero nunca así directamente, no, sino con
un enfático
barak allahu fik: que Dios te bendiga. Viene a ser
como gracias, pero elevado a la enésima potencia y convertido en
superguerrero.
wallahi: literalmente y Dios mío, pero más bien significa te
lo juro por Dios. También se usa para preguntar, y entonces se traduciría
como ¿de verdad? (¿me lo juras por Dios?)
Un uso muy extraño de esta expresión se da
en el diálogo siguiente, que podéis oír a diario en las calles de Trípoli:
-
Shin
ich-cho? -
¿Qué tal?
-
Wallahi
mia mia. -
Te lo juro por Dios, genial.
Ya, suena poco creíble.
Eee:
sí. En cuanto a no, se dice la, igual que en árabe clásico. Si un libio os dice la la la, no os arranquéis por bulerías, ni salgáis con un vibrante laaa vida qué bella eeeees.
Y hasta aquí el utilísimo y rigurosísimo
Diccionario de la RAL. Si os ha gustado, echad
un ojo de vez en cuando, porque (quizás) lo iré actualizando.
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