Reparto


Aquí tenéis a los personajes que con más asiduidad aparecen o han aparecido en las Crónicas Libianas:


Lorenzo Pardo: este joven manchego tenía la sensación de que en su pueblo no hablaban mucho de él, así que decidió irse a enseñar alemán a Libia para solucionarlo. No sabemos si logró su objetivo, lo que está claro es que consiguió verse envuelto en una cultura muy distinta y fascinante, de lo cual se alegra, y encontrarse en la capital de la falta de ocio, de lo cual se lamenta amargamente.


Hamza: el mejor amigo de Lorenzo, tiene varios trabajos y ninguno, pasa en la calle todas las horas del día y parte de las de la noche, le encanta comer, beber café, saludar y aprender idiomas. Apasionado del motor, en estos meses ha tenido seis coches y tres motos, todos de segunda mano y posteriormente revendidos (con beneficio). Sin él Lorenzo no sería nada, y las Crónicas menos aún.

Maria Valquiria: jefa de Lorenzo, este robot de última generación se hace pasar por una alemana próxima a la jubilación. Cuenta con un amplio banco de datos sobre sentimientos humanos, los cuales desprecia profundamente. Aunque le cuesta mostrarlo, en el fondo es buena gente, por lo que tras mucho dudar decidí no darle el primer nombre que me vino a la cabeza: Frau Voldemort.


Silke: compañera de trabajo de Lorenzo, es muy simpática pero un tanto depresiva; no es de las personas que ven el vaso medio vacío, sino de las que lo tiran al suelo mientras gritan ay, mísero de mí, ay infelice.


Mustafa: también trabaja con Lorenzo, pero no es profesor, sino una especie de secretario. El primer libio que nuestro protagonista conoció en su vida, es simpático, campechano y habla un divertidísimo alemán con acentazo tripolitano.


Markus: vivió y trabajó con Lorenzo durante tres meses, hasta que decidió abandonar la serie para dedicarse al teatro. Alegre e interesante, inagotable conversador, fumador y bebedor de orangina, actualmente vaga por los bosques que hay más allá del Rin.


Rudolf: el nuevo compañero de piso, periodista alemán que se ha recorrido medio mundo como corresponsal de guerra y posguerra, si es que ese término existe. Es muy divertido, muy irresponsable y podría valer como el peor negociante inmobiliario del norte de África.


Charlotte: la última adquisición del piso, una alemana muy simpática que trabaja con asociaciones de mujeres y se come la espuma del cappuccino a cucharás.


Mohamed: el taxista oficial, y el auténtico profesor de árabe de Lorenzo. Silencioso y con pinta de fumado, esconde un corazón de oro y, de paso, siempre enseña alguna palabra nueva. Suele llevar con él a su hijo pequeño, un bicho de dos años que tiende a intentar saltar por la ventanilla del taxi.


Haider: el hermano pequeño de Hamza, apasionado del parapente, el cine policiaco y la Historia (la Sagrada y la Humana). Cada cierto tiempo, Lorenzo y él fingen una hipotética reconquista mora de Al-Andalus, que siempre acaba con uno de los dos en el suelo. De momento, el Reino de Castilla va perdiendo.



Luciano: el profesor de árabe de Lorenzo, es un señor muy educado, siempre trajeado, con mucho sentido del humor y amor hacia el buen vino (que en Libia, cosa curiosa, escasea). Como aprendió castellano en Argentina, y Lorenzo no aprende árabe ni a la de tres, la comunicación entre ambos depara siempre entrañables sorpresas.



Abdul: simpático vecino de Lorenzo, entró con muy buen pie, pero acabó siendo una especie de acosador enrollado. Desde hace un tiempo la relación se ha enfriado, y cuando se cruzan por la Calle Blanca se saludan con cariño y frialdad a partes iguales.


La Calle Blanca: domicilio de Lorenzo hasta que llegó 2013, es una pequeña calle cerca del mar, llena de bares, tiendas y gente, mucha gente. Es una maravilla, pero un alquiler abusivo acabó con la historia de amor.


Mister Freddy: responsable del abusivo alquiler, fue casero de Lorenzo hasta enero de 2013. Un hombre entrañable y amante del vil metal, no dejará que salgas de su oficina sin que hayas tomado una taza del peor café creado por el hombre.



4 comentarios:

  1. Me encanta la descripción esta de la gente. Saben ellos (todos) que son personajes públicos? :D

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  2. Jeje, no tienen ni idea, pero espero que, entre los nombres falsos y los detalles que me guardo, su intimidad quede más o menos a salvo.

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  3. Madre mía!! No había descubierto esta parte del pastel de Crónicas aún! Es buenísimo!!!!!!!

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  4. Ya, y eso que el bizcocho se me quedó un poco seco (me despisté viendo la novela)

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