viernes, 13 de abril de 2012

Por qué no hago fotos


Esta es una entrada ajena al tema del blog. Dado que muchos habéis expresado vuestro deseo de que suba fotos, me parece apropiado dedicarle un momento a explicar mi protocolo de actuación al respecto.

Vaya por delante que habrá fotos, no lo dude nadie, a mí también me gusta verlas y entiendo que a los demás les ocurre igual. Dicho esto, debo decir que hace ya años que decidí hacer ninguna o muy pocas fotos en mis viajes, decisión un poco tonta para algunos, pero que sigo casi a rajatabla. ¿Por qué?




  1. Cuando hago fotos me pierdo cosas. Quizá esto me ocurre solo a mí, pero parece que el hecho de ir haciendo fotos conlleva que luego no tenga muchos recuerdos en la cabeza. Los viajes que he hecho sin cámara permanecen más vívidos en mi cabeza, ya haya estado en ciudades, pueblos o montes. Me pasa esto con Estambul o con Atenas, sitios de los que tengo estupendos álbumes en la estantería, y unos pocos recuerdos inconexos en la cabeza, mientras que de Estocolmo, donde apenas saqué una instantánea, conservo punto por punto lo que hice, lo que vi, de lo que hablé con el amigo al que visitaba…

  1. Paso de ser un turista. Los turistas no me molan mucho en general, pero aquí son peor, en primer lugar porque no hay muchos, y en segundo porque se ven expuestos. La única vez que alguien me ha molestado desde que estoy aquí, ha sido haciendo fotos, será casualidad, pero así ha sido. Tengo algo muy presente en la memoria: la biblioteca municipal de la ciudad donde estudié está emplazada en un edificio histórico, y no olvido las miradas de los turistas cuando iba a sacar libros: “mira, un animal autóctono”. Llamadme radical, pero no es la imagen que quiero dar de mí mismo.

  1. Quiero confundirme con el paisaje. Nunca llegaré a ser tripolitano, pero puedo llegar a ser el español de Trípoli, y eso me gusta. El español de Trípoli no puede ir sacando fotos de las mezquitas y demás, tiene que darlas por hechas. Claro que sacaré fotos, pero pocas y cuando no me vean o no llame la atención. Me da la sensación de que la cámara y cosas por el estilo me separan del sitio, me vuelven ajeno a él, y eso es justo lo contrario de lo que busco en cada viaje, que no es otra cosa que transformarme por unos días, meses o años en parte del lugar nuevo, dejar de ser Lorenzo para ser, en la medida de lo posible, Norbert, Ahmed o Miroslav.

Así que no me lo toméis a mal, de verdad que habrá imágenes, pero no sé cuándo llegarán ni cómo serán. Puedo decir para vuestro consuelo que Trípoli tiene poco que ofrecer a la vista, no es como si viviera en Florencia. Espero no parecer un borde y que me entendáis, y que mis narraciones puedan haceros ver con la imaginación esta ciudad fea pero fascinante en la que vivo.

7 comentarios:

  1. Ok, ok, verstanden. Du bist mir deswegen nicht unsympathisch. Keine Sorge! Ich hab´dich auch ohne Fotos lieb. Gruß und Kuss
    Katxiri

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  2. Alles Liebe Mäuschen, aber Fotos wirst du bekommen, versprochen!

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  3. Sir Lawrence, estoy con usted. Pertenezco al mismo club, pero añado que en mi caso no se ni como se mete un carrete en las digitales.

    Un abrazo

    Kubrick

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  4. Yo no lo veo como un tema de debate, pero ya que lo expones y lo argumentas, por mí todo correcto, no veo problemas. HAce poco en otro blog le decía a un coleguita que las fotos en los artículos es como el ketchup, no aporta gran cosa pero: 1) ayuda a tragar carnes malas o 2) oculta el buen sabor de carnes buenas. Por eso cuando tienes entre manos una buena carne no le eches ketchup. Como estás escribiendo de lujo yo lo dejaría así, tal cual, y cuando quieras/puedas unas afotitos para la gente del llano no estaría mal (a mí me interesa Hamza, no la mezquita)

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  5. Eso es lo mas tentador. Tengo una vecina que lleva el vestido tipico de la mujer libia, una sabana blanca que se sujeta con la boca, y ya he probado un par de veces a pillarla, pero es escurridiza que no veas.

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  6. Con lo que cuentas y escribes, cada cual se va haciendo un álbum de fotos propio...está bien que no esté todo dado, la imaginación puede ser fascinante! Aún así aquellas que pongas serán bienvenidas

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    Respuestas
    1. ¡Gracias! De vez en cuando ya cae alguna, pero sí, pienso lo que tú. Por lo visto una vez hubo una encuesta en colegios de Inglaterra: "¿qué prefieres, la tele o la radio?" Uno de los pocos niños que escogió la radio lo justificó así: "con la radio veo cosas más bonitas".

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