Supongo que os
habréis enterado todos: el martes once de septiembre una turba muy enfadada
atacó el consulado de los Estados Unidos en Bengasi, con el resultado de cuatro
estadounidenses muertos, entre ellos el mismísimo embajador. Piedras, pistolas
y fuego, muertes, y todo… ¿por una película?
Ese parece haber
sido el detonante de los ataques, reproducción de otros similares sucedidos
horas antes en El Cairo, aunque con consecuencias mucho menos tristes (una
bandera estadounidense rasgada). La película en sí (si es que realmente existe) relata la vida de Mahoma
desde un punto de vista ofensivo, según muchos musulmanes. Yo no he visto ni
siquiera el trailer, así que no sé si será ofensiva. Teniendo en cuenta que el
Islam prohíbe cualquier tipo de representación física de Mahoma, el mero hecho
de ponerlo en una película es ofensivo.
Al parecer, el
productor o director, que no se sabe bien, es un estadounidense que promocionó
la película dando nombre falso y diciendo, falsamente también, que tiene
pasaporte israelí. No sé cuánto de todo esto será cierto, pero, la verdad, poco
importa: cuando un tipo, presentándose a sí mismo como israelí, dice que ha
rodado una película sobre Mahoma, financiada además por donantes anónimos
también israelíes; cuando el mismo tipo asegura que “la película no pretende
ofender a los musulmanes, solo mostrar la naturaleza esencialmente violenta del
Islam”; cuando a este tipo le ejerce de padrino mediático un cura
estadounidense que se enorgullece de ir siempre armado, y que tuvo su momento
de fama por pretender quemar tantos ejemplares del Corán como fuera posible;
cuando se dan estos factores juntos, está claro que el objetivo es provocar y
buscar jaleo. De hecho, aunque no se hayan dado dichos factores, aunque todo
sea un montaje, aunque ni siquiera haya película, el que haya manejado esos hilos quería que pasara exactamente
lo que ha pasado.
Ahora bien, vayamos
al otro lado: la película no la ha visto prácticamente nadie, estuvo en los
cines estadounidenses un par de ratos, y poca gente ha tenido noticia de ella.
Pocas personas la vieron también en el canal de televisión egipcio donde la
emitieron hace unos días (vaya idea, digo yo). ¿De dónde ha salido la turba
enloquecida, entonces? Por lo visto algunos imanes la criticaron por
televisión, y advirtieron de que va contra el Islam.
Yo, la verdad, no
lo entiendo. ¿Por qué condenar algo que no ha visto nadie, que no ha molestado
a nadie, que no es peligro para nadie? Es la historia de las caricaturas otra
vez, aunque en esta ocasión con más mala idea, me da la sensación.
En el ataque, según
se dice, había básicamente salafistas. Los salafistas son una rama muy
conservadora y muy radical del Islam, son tan extremistas que llevan un tiempo
dedicándose a profanar tumbas de hombres santos (¡hombres santos del Islam!),
porque dicen que venerar su memoria es idolatría. Además, como aquí seguimos
sin un gobierno fuerte que les pare los pies a semejantes salvajes, estos se
van creciendo. Pero son una minoría, una minoría que, ante la impunidad de la
que goza, se permite cosas que, en circunstancias normales, no le serían
posibles.
Sin embargo, es
cierto que mucha, mucha gente aquí comprende que ocurran estas cosas. Lo que
son las protestas frente a embajadas, sin muertos de por medio, eso el libio
medio muchas veces lo aprueba y hasta lo celebra, también si son para quejarse
por blasfemias cometidas en países extranjeros. Para muchos no resulta fácil
comprender que un país no tiene la culpa de lo que haga uno de sus ciudadanos,
y más cuando entra en juego la religión. Pero ahí está el problema, mezclar las
palabras religión y comprender.
He tenido muchas
veces la misma conversación aquella en la que me dejaron con la palabra en la
boca, lo de que cómo es posible que Jesús sea el hijo de Dios; “I can’t
understand that”, me dicen. Claro, contesto yo normalmente, porque la
religión no se comprende, o crees o no crees. Ante eso me suelen intentar
explicar la versión del Corán, explicar que Dios puso un trozo de su espíritu
en Jesús, pero que de ahí a ser padre e hijo va un mundo. ¿Y cómo quieres
que entienda que Dios puso un trozo de su espíritu en Jesús?, contesto yo.
Pero claro, eso sí es comprensible, porque en eso sí creen.
La religión juega
aquí un papel que nosotros no podemos ni imaginar, un papel que ni siquiera
nuestros abuelos pueden imaginar, por más que el cura del pueblo les
reprendiera si no habían ido a misa, algo difícilmente posible hoy. Lo impregna
todo, lo condiciona todo, y lo que es más importante, todos creen en ello. O
prácticamente todos, vale.
Unos que provocan,
otros que se dejan provocar, otro disparo en el pie para la imagen
internacional del mundo musulmán. Un asco. Espero que no sea un disparo en el
pie para Libia: ayer noche se eligió nuevo presidente, el primer presidente
elegido en democracia, que finalmente será Mustafa Abushagur. No era mi
favorito, pero en fin, tampoco soy quién para juzgar. Quiero creer que las
muertes de Bengasi, más que un impedimento, pueden ser un revulsivo, una
llamada de atención para el gobierno que nos llega, y que, más nos vale, ha de
ser inflexible ante la violencia impune, y un golpe más a la conciencia del
pueblo, un recordatorio de lo que pasa cuando mezclas cosas que no se deberían
mezclar.
En estos meses he
hablado con muchos libios, bastantes de los cuales, creyentes confesos,
consideran que la religión y la política tienen misiones distintas, y que la
tradición y la modernidad no deben estorbarse. Ayer se reunieron cientos de
ellos para protestar por los tristes hechos de Bengasi, y yo espero que sean
ellos los que marquen el paso del país, y no cuatro beatos adornados con barbas
y con muchos kilos de odio.
Aquí os dejo el
editorial de hoy de uno de los periódicos más serios de Libia. Ea, que la paz sea con
vosotros.
Bueno, parece que, efectivamente, ni siquiera existe la película, solo existe el trailer, un casting que decía ser para una peli de aventuras, y sobre el que luego se dobló lo de Mahoma, hasta los actores se han quejado del engaño. Much ado about nothing, diría un inglés. Lo que no sé es qué es eso de que la emitieron en Egipto...
ResponderEliminarPues las pocas nueces se han cargado a 5 tíos... vaya tela
ResponderEliminaren fin, espero q se calmen las cosas y no tengas colgar un "killing in the name of" part 2
antes de entrar al enlace he pensado, éste nos manda un artículo del Lybia Herald, que estará en... árabe¿?¿?... para que lo leamos¿?¿?
Ya... no quería minimizar el asunto, solo poner de relieve lo absurdo y, sobre todo, lo inmotivado de toda esta historia. El Imam de mi calle lleva desde la una dando la homilía (lo hacen por megafonía, de modo que se oye en todas partes), espero que esté llamando a ser razonables, y no a protestar como cafres.
ResponderEliminar¿Has leído el editorial? Es un periódico bastante inocente aún, pero apunta muy buenas maneras.
You blog is brilliant and asks great questions. thank you for sharing.
ResponderEliminarThank you Edward, I will visit you in your Island as well.
ResponderEliminar