Han pasado meses
desde mi primera tabuna; en este tiempo he comido bastantes más, y me veo
capacitado para explicaros en qué consiste este plato tradicional libio, el
kebab de por aquí.
El pan: podemos usar un pan alargado estilo
perrito caliente, o un pan redondo estilo pita o hamburguesa. La preparación
ideal consiste en meter el pan en una bolsa de plástico, y dejarlo ahí durante
unos cuantos días; cuando esté convenientemente revenío, es decir, cuando
cuente con una elasticidad equivalente a la del caucho, y con una textura
similar a la franela, lo sacamos de la bolsa y lo reservamos. Algunas escuelas
de cocina recomiendan pasarlo por una plancha o por un horno, pero yo, al igual
que la mayoría de los bares de Trípoli, lo desaconsejo totalmente, ya que
semejante práctica podría dejarlo crujiente y sabroso, lo cual es algo que
queremos evitar a toda costa.
Las patatas
fritas: sacamos unas
cuantas patatas fritas precocinadas del congelador, las freímos, las sacamos
del fuego y las reservamos un par de días.
El pollo: lo mejor es utilizar pollo asado. Ponemos
una ristra de pollos a dar vueltas en los típicos asadores de feria, y la
dejamos ahí hasta que la carne haya perdido todo rastro de grasa y/o caldillo.
El punto óptimo se da cuando no podemos decir con certeza si estamos asando un
pollo o la cabeza de la momia de Tutankamon; sacamos el pollo y lo troceamos,
sabremos si está correctamente hecho siempre que
a)
al
tocarlo se desmenuce cual incunable, o
b)
tengamos
que trocearlo con martillo y cincel.
Algunas escuelas de
cocina prefieren freír el pollo: si optamos por esta vía, hemos de usar fuego
fuerte, de modo que el pollo esté crudo por dentro y pétreo por fuera. A la
hora de trocearlo, obviamente, nos valdremos del método b)
Una vez despedazado
el pollo, procedemos a emplatar: abrimos el pan y metemos los trozos de carne,
seguidamente agregamos las patatas fritas. Si estamos en un bar, el camarero
procederá a preguntarnos si queremos de todas las salsas (harisa, que es un
picante, ketchup y mayonesa). Es importante decir que sí, ya que sin esos
ingredientes es imposible tragarse una tabuna bien cocinada, a no ser que nos
ayudemos introduciéndonos un palo por la garganta, cual si fuéramos ocas y nos
estuviéramos cebando para hacer paté. Una vez añadidas las salsas, envolvemos
la tabuna en papel de plata (en los bares, aunque te la vayas a comer allí
mismo y lo sepan, lo hacen, así que asumo que en casa se hace igual), cogemos no
menos de una docena de servilletas (véase paréntesis anterior), y nos abandonamos
al placer de la comida.
Algunos bares,
heterodoxos ellos, preparan la tabuna de una vez, sin reservar el pan ni las
patatas varios días, algunos incluso tuestan el pan; os preguntaréis cómo se
consigue la tan deseada textura chiclosa, a la par que arenosa, sin la cual no
hay tabuna que se precie; la solución es bien sencilla, basta con introducir la
humeante comida en abundante papel de plata, añadir la docena de servilletas y meterlo
todo en una bolsa de plástico (si puede ser de cierre hermético, mejor), la
física hará el resto en el plazo de dos minutos.
Un día me compré
una tabuna, me la traje a casa y la pasé un rato por el horno. Fue una
experiencia horrible, estaba buena y todo, no sé cómo conseguí acabármela. Será
porque soy europeo, un auténtico libio jamás habría ingerido semejante
aberración. Ay, me queda tanto camino por recorrer…
Todo bien? como es la situacion?
ResponderEliminarun abrazo.
Bueno, ha sido un pequeño mazazo... la situación en la calle es normal, eso sí, no me gustaría estar en Benghazi estos días... ayer hubo una manifestación contra todos los -ismos: extremismo, terrorismo, etc. A la gente en general le parece muy mal lo que ha pasado, el problema es que la mayoría comprenden los motivos que lo han provocado, pocos se dan cuenta de que la ofensa religiosa no es igual que la violencia indiscriminada. Pero bueno, en lo que a mí respecta, sin novedad, todo tranquilo.
ResponderEliminarBueno, me quedo más tranquila! Te mando un beso... :-*
ResponderEliminarKatxiri
pos menos mal q tu zona está tranquila.
ResponderEliminarPD: el chicle de Tabuna suena rico rico...
Rico!!Probaste el curcu-tabuna??Si algún día vuelves,creo que la crisis podría posibilitar la apertura de un tabuna taberna ;)
ResponderEliminarBienvenida, qué bien! Pues aún no me he decidido a echarle cúrcuma, pero dame tiempo! En cuanto al tabuna taberna, que tiemblen los garroticos, los fritos de pimiento y la txistorra, en cuanto vuelva a espain abro un local que va a rrrrrevolucionar el mundo de la tapa!
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