martes, 28 de mayo de 2013

Bajón lingüístico



Me daba ayer un paseo por el barrio de Ben Aashur, cuando descubrí una tienda enorme, llena de especias, miel, aceite de oliva y otras cosas. Como me estaba quedando sin aceite, y el que se produce aquí es muy bueno (por mérito de la ocupación italiana y sus olivares, a los árabes no se les ocurrió probar en mil cuatrocientos años de ocupación), me pasé a preguntar si tenían aceite nacional:

-         La paz sea contigo.
-         Y contigo sea la paz.
-         ¿Tiene aceite?
-         Sí.
-         ¿Libio?
-         Sí.
-         ¿De dónde exactamente?
-         Nueve dinares el litro y medio.

Quiero creer que me tocó un dependiente algo sordo.

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