Mostrando entradas con la etiqueta Taxi Libio. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Taxi Libio. Mostrar todas las entradas

jueves, 27 de febrero de 2014

El castillo entre las dunas - Ghadames IV



Tras el intensivo paseo por la ciudad vieja, la última gran atracción que nuestro guía Bashir nos había preparado consistió en una excursión al desierto. El plan era visitar la gran duna de Ghadames y su… ¡castillo romano!

Ghadames está situada en un punto estratégico bastante importante, la triple frontera entre Libia, Túnez y Argelia. Desde la ciudad, situada en llano, no se aprecia gran cosa, pero a unos diez kilómetros se alza un promontorio natural desde el que se ven kilómetros y kilómetros de llanura desértica. Ese sería nuestro destino.

Bashir nos consiguió un coche todoterreno, vehículo sin el cual es difícil moverse por el desierto. A eso de las cuatro y media de la tarde, dos horas antes del atardecer, nos pusimos en camino.

domingo, 16 de febrero de 2014

Celebrando la Revolución II - Alegría



Era de esperar; si me descuido un poco más, llega el tercer aniversario de la Revolución del 17 de febrero antes de que haya escrito sobre el segundo. Vamos a ello.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Dame más gasolina



¿Qué es la ironía?

Un buen ejemplo de ironía es el náufrago que, rodeado de un inmenso mar, acaba muriendo de sed. 

Otra gran ironía es el caso de un país que, pese a tener petróleo hasta en el petróleo, se tira dos semanas con escasez de gasolina.

Ese país, por supuesto, es Libia.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Ghadames



Año y medio después de mi llegada al país, por fin lo he conseguido: he pasado un par de días en el Sáhara libiano, más concretamente en Ghadames, La Joya del Desierto.

Sin embargo, y como es habitual, el viaje empezó ya antes, con anecdotillas tenderiles y aeroportuarias.

lunes, 4 de noviembre de 2013

I´m too sexy - Taxi Chat



Hace ya tiempo, tuve el honor de ser llevado a casa de una amiga por Aalá (no, no me llevó Dios; Aalá es el diminutivo de Aalaidín, Aladino). Se trataba de un chico de unos veinticinco años, moreno, musculoso y de pelo negro recogido en una pequeña coleta.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Con R de Revolucionario - Taxi Chat IV



Hace ya tiempo, tuve el honor de ser llevado al curro por Mohamed, el taxista más limpico y apañao que he visto en mi vida: camisa blanca nívea, pantalón chino de un color beige manchífugo, de adorno un reloj de pulsera más brillante que el mismérrimo sol.

Tuvimos una larga conversación, de la que voy a rescatar una pequeña parte que no comprendí muy bien:

miércoles, 21 de agosto de 2013

¡Lorenzo, maniféstate!



Quizás alguien se haya dado cuenta de que llevo más de un mes sin publicar nada, y es porque me he ido de vacaciones a España, así, sin avisar ni nada. Me cuentan mis contactos en Silicon Valley que, ante la falta de novedades libianas, la actividad en internet se ha reducido al 3’58% de lo que es habitual, así que he decidido ponerme de nuevo manos a la obra.

La verdad, lo que he visto y hecho por Europa se merecería más de una crónica. Por ejemplo, he descubierto que bañarse en una poza es de lo mejor (y de lo más frío) que te puede ocurrir en la vida, he pasado por zonas de España que no conoce casi nadie y que tienen una naturaleza apabullante, he visitado pueblos aragoneses petados de arte e historia, pero que parecen cerrados por derribo, me he echado varios centenares de cañas fresquitas (ya, bueno, eso no suena tan especial, pero a mí se me escapa la lagrimeja), he constatado que los Alpes son muy altos y tienen nieve en verano, y por si todo esto fuera poco, cuando llegué a mi pueblo me topé con el hecho ominoso de que hacía más calor (literalmente, yo como siempre todo rigor) que en la mismísima Trípoli, a dos pasos del Sahara.

Las vacaciones, sin embargo, pasaron como un suspiro, y esta mañana he vuelto a Libia. Tras la típica discusión de aeropuerto con el taxista (¿te crees que soy tonto? ¿Cómo me voy a creer que eso es el precio normal por ir al centro, no ves que te estoy hablando en libio????), pude disfrutar del amoroso tráfico local, con sus entrañables derrapes y sus melosos insultos. A las pocas horas de estar aquí, ya intentaba otro taxista que me convirtiera al Islam, esa fijación que tanto se estila por estos lares. Al llegar a casa he descubierto que se ha instalado un ejército de hormigas, y Mirco dice que en el país la guerra está a punto de estallar (o algo), pero la gente en la calle bebe café y conversa como si estuvieran esperando a que comience un partido de tercera regional…

Así, sentado en mi cuarto, con la mezquita a mi izquierda y una cerveza sin alcohol a mi derecha, tengo la sensación de que nada ha cambiado, y a la vez ganas de ver en qué medida me equivoco. Voy a ponerme un poco al día (en vacaciones me someto a un autoimpuesto bloqueo informativo), a charlar con la gente, y en cuanto me entere de cosas o me suceda algo simpático os lo cuento (y me encantaría que me dierais vuestra opinión de vez en cuando, ejem, ejem).

¡Salud!

P.S: acabo de oír fuegos artificiales. Mucho, mucho, no ha cambiado el asunto, no.

sábado, 29 de junio de 2013

Quedando mal - Taxi Chat III



Hace ya tiempo, tuve el honor de ser llevado al curro por un libio en torno a los veinticinco, cuyo nombre nunca llegué a conocer. Fue un viaje muy educativo.

miércoles, 12 de junio de 2013

El Partido del Siglo



La revolución libia, así como la inestable situación subsiguiente, hicieron que la FIFA vetara cualquier partido de fútbol internacional en el país. Esto es una verdadera lástima, ya que la Copa de África 2013 iba a celebrarse aquí, pero finalmente tuvo lugar en Sudáfrica y me la perdí.

Sin embargo, Blatter y sus colegas habrán apreciado algún cambio a mejor en la zona, ya que hace poco levantaron la prohibición. Así, el viernes pasado tuve el honor de presenciar el partido del siglo:

Libia Vs. República Democrática del Congo. 

viernes, 31 de mayo de 2013

Ma fish mushkila - Taxi Chat II



Hace ya tiempo, tuve el honor de ser llevado al curro por un libio en torno a los veinticinco, cuyo nombre nunca llegué a conocer. Lo que se adivinaba un apacible trayecto desde la universidad pública a la privada, se transformó rápidamente en un monumento al mal rollo.

jueves, 23 de mayo de 2013

Taxi Chat



Tengo con los viajes en taxi una relación de amor y odio. En general no me gustan, no me gusta pasar tanto tiempo de mi vida subido en un coche que, debido a los constantes atascos, tarda media hora en cubrir un trayecto de diez minutos.

Sin embargo, los taxis son también un espléndido lugar para torturar al personal con mis balbuceos en árabe. Y los libios otra cosa no, pero sociables lo son un rato.

Así pues, dos o tres veces por semana tengo prácticas de idioma con un taxista al azar, y, de paso, suelo conocer a personajes de lo más curioso; es por eso que me he decidido a inaugurar una nueva sección en este vuestro blog, y espero que os guste.