sábado, 4 de mayo de 2013

Orgasmo lingüístico



Hoy he ido a comprarme unas zapatillas, unas sandalias. Me hacen mucha falta, aquí ya estamos con una mínima de 20 grados y una máxima de no-lo-digo-que-lloro, y aún es mayo…

En fin, he dado un par de vueltas y no he conseguido encontrar unas que me gusten y me estén; pero no es de eso de lo que quiero hablar, sino de una breve conversación en árabe que he tenido en una de las zapaterías que he visitado.

-         La paz sea contigo.

-         Contigo sea la paz, dime.

-         ¿Tienes esta sandalia en una talla menos?

-         A ver… no. Sí tengo, pero en otro color.

-         ¿Cuál?

-         Negro.

-         Ah, bueno, por qué no.

-         ¿La quieres ver?

-         Dame, sí, quizás esté bien.

-         ¿De dónde eres? ¿eres sirio?

Se me ponen los pelos como escarpias solo de recordarlo.

2 comentarios:

  1. Oh,poco a poco ya va..¿ibas ese día además especialemente barbudo?

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    1. Sí, y además llevaba un turbante, una chilaba, e iba subido en un camello, ¿por? ¿Crees que pudo influir?

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